...MARZO DE 2010

Empezamos a andar

Dentro de muy pocos días comenzaremos a recorrer el camino hacia el jardín. Para algunos será la primera vez: nenes y papás debutantes, con la ansiedad y los nervios propios de semejante acontecimiento. Para otros, en cambio, será simplemente retomar la senda del año pasado. Los que pasan a sala de 5 están más cancheros y sus papás ni qué hablar, pero a la vez igualmente ansiosos, porque el cambio de nivel seguro que traerá sorpresas.
Por supuesto, también se ponen en marcha, las maestras, los directivos, que renuevan año a año el rito de los carteles de bienvenida, las sonrisas con los brazos abiertos, la planificación de la tarea por venir…

Acompañar y contener a los niños durante el proceso de adaptación y sostener a los papis con su bagaje de sentimientos personales constituirán los principales propósitos de las actividades didácticas. Las propuestas lúdicas planteadas tenderán a favorecer la aceptación placentera, por parte del niño, de la ausencia de mamá/adulto significativo y a la construcción de nuevos vínculos.

Para algunos pequeños éste será el primer encuentro con el “afuera”, con aquello no “familiar” y para algunos padres también este comienzo de año tendrá el sabor un tanto amargo del primer despegue de sus hijos.
Este camino inicial será muy importante, tendrá la huella de los primeros pasitos de nuestros hijos, pasitos que los llevarán tan lejos como ellos deseen y se animen. Estas primeras andanzas serán el principio de un sendero largo por recorrer y la manera en que los padres acompañemos esta etapa inicial dejará marcas en las etapas siguientes… ¿comenzamos juntos?...

Los papás nos preguntamos…

¿Cómo llevarlos de nuestras manos sin que nuestras manos los retengan?
¿Cómo abrirles nuestros brazos sin que el abrazo los ahogue?
¿Cómo acompañarlos para que luego caminen solos?
¿Cómo dejarlos crecer a su modo marcándoles las pautas?
¿Cómo respetar sus tiempos sin apresurarlos ni demorarlos?
El crecimiento de los hijos nos enfrenta como padres con el paso del tiempo, con el duelo por lo que se pierde…, con la ansiedad del corte…, con las propias cuestiones infantiles…; por ello, es frecuente observar, a veces, ciertas dificultades que no favorecen este tiempo inicial y que impiden una buena adaptación.
Hay papás que siguen tratando al niño como un bebé, se resisten a adatarse a los cambios o reglas propuestas por la institución dirigidas a favorecer la independencia, obstaculizan, sin querer, las adquisiciones del niño, o incluso apresuran el desarrollo del pequeño, desconociendo los tiempos particulares de cada uno.
En general, los padres no pueden darse cuenta de los errores que se cometen, por desconocimiento. Por ello es importante el intercambio con los docentes y también para poder ser permeables a las normativas de las instituciones, ya que éstas son reguladoras y orientadoras de los padres, quienes muchas veces desconocen sus propias dificultades por ser precisamente cuestiones inconscientes.
Las pautas institucionales son diferentes al inicio y sobre el final del año escolar. Se supone que poco a poco los pequeños irán perdiendo la dependencia de sus padres o familiares para gozar de otros vínculos y otros lugares de encuentro. Los padres debemos colaborar con las organizaciones propuestas por el Jardín, confiando en su idoneidad para acompañar a los niños y para acompañarnos como padres.
En este comienzo a la socialización, los pequeños han tenido que abandonar cosas para ellos importantes: la mamadera, el chupete, la frazadita de dormir, los pañales, etc…
Nosotros, como papás, para favorecer el avance de nuestros niños también debemos superar algunas otras: la teta que ya no toma, el bebé que ya no es, el chiquitín que hace un tiempo estaba debajo de las polleras… Papis…”CRECER: supone dar por perdidas algunas cosas”… acompañemos éstas pérdidas sin culpa…

Analía E. Wusten
Maestra orientadora integradora
Escuela Nª 2 “25 de Mayo”

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